El otro día mi profe de yoga afirmaba que las realidades se están solapando….sí , eso que dicen los físicos cuánticos que hay un montón de probabilidades de un mismo hecho y que a nuestro plano físico atraemos la que nosotros asimilamos mejor con nuestro pensamiento.
Os cuento, el otro día mi profe había quedado con un grupo de compañeros de clase para impartir una sesión en el jardín de mi casa….bueno hasta aquí bien. Había quedado con ellos a las 19.30, en una plaza del pueblecito donde viven todos. Mi profe llegó a casa indignada porque nadie se había presentado a la cita…días más tarde el grupo de compañeros le confirmaron que ellos SÍ la estaban esperando en la misma plaza , en el mismo pueblecito, a la misma hora. Estraño ¿verdad?
Una amiga de mi profe días atrás había quedado con un grupo de amigos delante de una cafetería en Tarragona a las 18.00 h. Tarragona es pequeña y cafeterías con ese nombre sólo hay una, así que no había duda alguna. Bien, tampoco se encontraron. Esta chica fue lista y fue memorizando las personas que iban pasando, sus características físicas y luego hablando con sus amigos días más tarde, pudieron comprobar ambas partes que estaban en el mismo lugar a la misma hora , ya que vieron y observaron a las mismas personas , pero llegaron a la conclusión que supuestamente estaban en planos diferentes porque no se vieron.
Todo ésto me hace pensar en el hecho que hay personas a las que ni vemos, podemos cruzarnos cada día con ellos al ir al trabajo, encontrárnoslos en el metro, compartir curso, pero no nos damos ni cuenta. En cambio hay personas que pueden estar en un lejano punto de nuestro campo de visión y nos llaman la atención, nos atraen de forma inexplicable. Ésto confirma que no son nuestros sentidos como la vista, el oído, el tacto o el olfato los que funcionan en primera instancia, sino nuestra intuición, algo tan indefinido que hace que nos giremos cuando pasa alguien que nos atrae y no sabemos por qué ya que ni lo conocemos, y provoca que no veamos a las personas que no nos son afines, y las convierte en absolutamente invisibles…
Es importante creer en nuestra intuición ya que el corazón está detrás y pueden “ver” sin los condicionantes de este mundo físico que sólo corresponde a lo que admite nuestra pobre mente aleccionada a base de normas, tópicos típicos, reglas y limitaciones.
Lo decía Albert Einstein: “La única cosa realmente valiosa es la intuición”

Si pincháis aquí: SANACIÓN, encontraréis el enlace con la página oficial de La Reconexión en español. Pero, aquí, en Tapas de Espiritualidad, prefiero contaros de forma simple y siempre según mi experiencia qué es para mi la sanación reconectiva.

Os tengo que confesar que en un inicio la palabra sanación me parecía un poco fuerte, hasta que entendí que en el proceso, efectivamente se produce una sanación. Eric Pearl en su libro dice que “si tenemos suerte recibiremos la sanación que nosotros esperábamos, pero que si tenemos mucha suerte recibiremos lo que el Universo nos tiene reservado”.

La Sanación es un concepto mucho más amplio , abarca una armonización, un descubrimiento íntimo y profundo de nuestro ser, que en muchos casos podrá dar lugar a una sanación física o a un entendimiento de la enfermedad y el por qué nos está ocurriendo. A veces, el no llegar a este entendimiento produce recaer de nuevo en la misma enfermedad, ya que no vamos a su origen para interpretarlo.

Todo en la Reconexión se basa en LUZ e INFORMACIÓN y sucece gracias a un nuevo ancho de banda de frecuencias existentes actualmente en el planeta y que los científicos y la práctica avalan. Es cierto que el magnetismo de la Tierra ha cambiado; los aviones han tenido que modificar la base de sus radares para adaptarlos a la nueva realidad, igual que los barcos.

La Sanación Reconectiva no es una terapia como nosotros la entendemos. Son una serie de máximo 3-4 sesiones que consisten en estirar al cliente en la camilla, vestido y ,sin tocarlo, “jugar” con la energía que el terapeuta, como un radar o antena , va sintiendo en sus manos mientras va recorriendo el cuerpo del cliente . El Universo se encarga del resto, de armonizar las frecuencias, de desbloquear la energía que quizás está atascada en su interior.

Normalmente el cliente siente una gran sensación de paz mientras dura la sesión, unos 40 minutos, aunque la experiencia para cada persona es distinta, y también difiere entre la primera y la segunda sesión, o la tercera.

El cliente siente que al entrar en contacto con estas frecuencias algo en su interior se remueve y se reconecta con su ser esencial, con quién realmente EL/ELLA ES.

Aunque nos suene extraño todos tenemos esta capacidad para percibir la energía, para reconectarnos, y el Dr Eric Pearl lo enseña por todo el Mundo, ésta es su misión en la vida, elevar la frecuencia vibratoria de los seres para así elevar la frecuencia vibratoria del Planeta, porque ya lo dicen los físicos cuánticos: Todo es energía, somos energía.

Eric Pearl, viene a Madrid a impartir seminarios a finales del mes de julio, pinchad sobre seminarios y tendréis toda la información desde su web oficial.

Si pincháis sobre Terapeutas obtendréis el enlace a la web oficial para encontrar terapeutas oficiales. Veréis que las tarifas no son siempre las mismas, depende de cada terapeuta. En el curso al que yo asistí, el primero que se impartió en España (octubre 2007) el Dr. Eric Pearl nos aconsejó que la tarifa tenía que ser de unos 60€ la sesión. No es una terapia, así que normalmente tres o cuatro son el máximo de sesiones a realizar, dependerá del estado del cliente y de cómo éste se sienta. Esto se debe hacer desde el corazón, debe resonar en nuestro interior, ha de practicarse desde un profundo respeto y amor.