TERAPIA de BIORRESONANCIA no INVASIVA e INDOLORA
En el siglo XIX, Louis Pasteur, químico y bacteriólogo, sostuvo primeramente la tesis de que toda enfermedad es debida a patógenos externos que invaden el organismo.
Su contemporáneo, el Dr. Claude Bernard, biólogo, fisiólogo y médico, lo rebatió al afirmar que “el microbio no es nada, el terreno lo es todo”, y por tanto, los microbios no actúan en un medio interno equilibrado.
Posteriormente, Pasteur le daría la razón.
El cuerpo humano emite electricidad como una estación de radio, pero en una amplia gama de frecuencias y muy bajos voltajes.
Y cuando el terreno biológico se altera por alguna interferencia en el microorganismo; un tóxico o alimentación errónea, por la carencia de nutrientes o un alto nivel de estrés, o incluso por traumas o emociones negativas, entonces se desequilibran las células alterando la capacidad de autorregulación del cuerpo (la homeostasis) pudiendo provocar la aparición de enfermedades.
Don Royal Raymond Rife (1888-1971), brillante científico en los campos de la óptica, la electrónica y la investigación de microorganismos, averiguó, ya en 1930, a qué frecuencia vibran bacterias, virus, parásitos y contaminantes. Luego, usando el Instrumento Inicial de Frecuencias constató que al incrementar sus intensidades específicas se lograba destruirlos.
“Generar frecuencias positivas de salida es la mejor manera de matar todos los patógenos simultáneamente y rápidamente”.
La Dr. Hulda R. Clark (1928-2009), biofísica y doctora en biología celular, descubrió el ancho de banda específico de decenas de parásitos relacionándolos con múltiples patologías humanas. Además, innovó en la técnica electrónica para aplicar frecuencias al cuerpo humano con la premisa que todo tiene una frecuencia única.
“Cada célula de nuestro organismo posee un espectro de frecuencias específicas y las emiten en forma de ondas electromagnéticas.
Nuestras células, tejidos y órganos se expresan a través de esas ondas.
Por tanto las frecuencias y campos electromagnéticos son fundamentales para la vida”.
El archivo de “frecuencias Rife” que logró preservarse de la persecución y destrucción por intereses económicos, más la metodología y archivo de frecuencias de la Dra. Clark, han permitido que ciencia y tecnología puedan ir sumando más y más frecuencias específicas para facilitar la homeostasis y paliar los efectos de muchísimos parásitos, desórdenes metabólicos y patologías.
Abarcando frecuencias de manera holística, por ejemplo, equilibrantes a nivel energético, emocional, mental y físico como inflamaciones, infecciones, intolerancias, músculos, huesos, trastornos, problemas digestivos, geopatías, bloqueos energéticos y todas las patologías de las especialidades médicas.
No reemplaza la medicina sino que es una herramienta más de ésta para enfrentarnos a una enfermedad.
La frecuencias no son audibles y se transfieren de la mano del terapeuta a través del instrumental de biorresonancia por medio de unos electrodos de forma muy simple.
En muchas personas los resultados se perciben al momento, y suelen ser suficientes cinco sesiones.
Disponemos de bonos de 10 sesiones, a concretar, si fuera necesario, después de la primera sesión.
Aunque el número de sesiones varía dependiendo de la dolencia, de los daños y del tiempo que hace que está instalada.
En FAROS Espai Quàntic, donde todo es posible, nos hemos sumado a un grupo de colaboración de naturópatas y médicos con años de experiencia, ahora innovando con la última tecnología en Biorresonancia, para ofrecer a cada persona el conjunto de frecuencias específicas más adecuado.